En cualquier momento, a la orilla de algún beso, vas a tropezar conmigo sin quererlo, para descubrir de nuevo que no hay nadie que te llene los recuerdos.
Tarde que temprano, sin saber cómo ni cuándo, una lágrima te hará extrañar despacio, la ternura de un abrazo, el suspiro de mi nombre entre tus labios.